domingo, 24 de mayo de 2015

Aquel muchacho de la calle del Cano.

Aquel muchacho de la calle del Cano. 

 


 

Lunes, 11 de Mayo de 2015
Manuel Herrera Hernández
Publicado en el número 574
En el Colegio de San Agustín, Pérez Galdós cursará el bachillerato de 1857 a 1862 sin mucha brillantez. Benito en vez de estudiar dibuja, compone versos satíricos, es un inagotable lector y se inicia su vocación de escribir y hacer caricaturas del profesor... Ayer fue el aniversario de su nacimiento (10 de mayo de 1843).
 
 
A mediados del siglo XIX en Las Palmas, isla de Gran Canaria, la calle del Cano era angosta y no muy larga. Junto con la calle de los Malteses y la calle de San Bernardo eran las más importantes del barrio de Triana con los talleres artesanales y los comercios. Desde el siglo XVI tenía el nombre de calle del Canon, acabado en n, lo que se explica por el hecho de haber estado en dicha calle las oficinas donde se pagaban ciertos cánones o contribuciones, aunque también existe la referencia del vecino de dicha calle, Antonio Fernández de Sosa, El Cano, a quien se nombró padrino de la misma. Era el 10 de mayo de 1843, miércoles, cuando a las 3 de la tarde nacía un niño en el número 33. Era el décimo hijo del matrimonio formado por Sebastián Pérez Macias y María de los Dolores Galdós Medina. El parto tuvo lugar en una habitación del piso alto, destinada a cuarto de labor, porque era habitual que la parturienta no diese a luz en su propia cama matrimonial para evitar posibles deterioros, sino en un catre de tijera. Dos días más tarde, el viernes 12 de mayo, la familia Pérez Galdós se trasladó a la parroquia de San Francisco, que había sido reinstaurada por el obispo Romo en 1840, y el neófito recibió el nombre de Benito María de los Dolores.
 
Es posible que en la psicología de Galdós influyeran la edad madura de sus padres; que era el menor de los diez hijos y que fue muy mimado por las numerosas mujeres de la casa: su madre, las tías, las seis hermanas (la mayor, Soledad, tenía 19 años cuando él nació) y las sirvientas; la prolongación de la lactancia materna durante más de tres años como confirmó su hermana doña Tomasa cuando tenía 90 años, y una madre intransigente que establecía en el hogar su voluntad en ley. Cuando Benito tenía diecinueve años escapó de ese dominio y bien podría servir esto de explicación de la vida que llevó en Madrid. A ese ambiente familiar se unía el hecho de que Benito era un niño enfermizo. Me crié malucho siempre, padecía unos catarros que me ponían a la muerte. Benito padecía de asma bronquial. El niño asmático tiene una psicología especial a la que se añade la ansiedad, tanto del niño como de la familia, la sobreprotección, la falta de confianza en sí mismo y la timidez. Todas estas circunstancias confluyeron en una atención para que no enfermara Benitín, como llamaban al niño, que facilitó la eclosión de una personalidad pasivo-dependiente.
 
Benito prefería estar sentado en las rodillas de su padre fascinado con las historias patrióticas de las unidades canarias en la Guerra de la Independencia. El batallón zarpó para Cádiz el 29 de marzo de 1809 formando parte Domingo Pérez Macías y su hermano Sebastián, que sería padre de Benito Pérez Galdós, como capellán y subteniente respectivamente. El primero nos dejó un manuscrito titulado Expedición a España del batallón de granaderos de Canaria. En la batalla de Chiclana este batallón atacó a la fuerzas francesas al grito de ¡Viva la Virgen del Pino!, siendo distinguido con el sobrenombre histórico de Batería de Granaderos Canarios sin que ninguno resultara herido. Estas historias estimulaban su imaginación. Por otro lado, se deleitaba recortando con tijeras figuras de papel. Un día recortó la figura del novio de la sirvienta Teresa y la pegó en la puerta principal recibiendo alabanzas de mamá Dolores por su habilidad artística. Además, sus hermanas Dolores y Tomasa le enseñaban a tocar el piano. Para sus compañeros de juego Benito era un niño callado, tímido y desgarbado. Yo era tan flacucho, tan débil que si tomaba parte en cualquier juego ya no había otra víctima. Los juegos empezaban en la calle del Cano en casa de sus escasos amigos y generalmente terminaban en la plazoleta del convento de las Bernardas colindante con el barrio de pescadores de la Vica o en las charcas del barranco Guiniguada.
 
En 1849 fue a la escuela de la miga (aféresis de amiga) doña Luisa Bolt, de origen británico, situada en la cercana calle de los Malteses donde se inició en el estudio del inglés. Para terminar su instrucción primaria Benito acudió a la célebre amiga regida por dos hermanas conocidas por las niñas de Mesa a quienes los alumnos llamaban seña Belén y seña Bernarda y por otra familiar, doña Rafaelita, tías del escritor Rafael de Mesa que sería uno de los más abnegados amigos de Galdós. Este colegio para niños pequeños estaba, enfrente de la calle Montesdeoca, en la calle de la Carnicería (actual Mendizábal), que fue creada por Real Cédula de privilegios de esta isla, y fue dada por los Reyes Católicos, en Madrid el 20 de diciembre de 1494: […] la obligación de tener reloj y hospital, y carnicería y matadero. Cuando, a finales de mayo de 1851, se propagaron los rumores sobre el cólera en la ciudad la familia Pérez Galdós se refugió en Santa Brígida en su hacienda de La Data. El Ayuntamiento de Las Palmas pagó con tierras a los expedicionarios de La Granadera Canaria. Y así, en el reparto a Domingo y a Sebastián Pérez Macías les correspondió la Data o donación de una hacienda de viña y árboles frutales en el Ex monte (sic) lentiscal y punto que denominan Montaña de los Lirios de esta jurisdicción. Allí Benito, con ocho años, construyó con materiales elementales una pequeña ciudad medieval que asombró a todos.
 
En el Colegio de San Agustín, único centro de enseñanza secundaria de la ciudad fruto de la inquietud del Gabinete Literario, Benito cursará el bachillerato de 1857 a 1862 sin mucha brillantez. Benito en vez de estudiar dibuja, compone versos satíricos, es un inagotable lector y se inicia su vocación de escribir y hacer caricaturas del profesor o de sus condiscípulos. Recuerda Rafael Romero (Alonso Quesada) en un artículo de 1920 que el joven Benito era amigo de su abuelo, que tenía la sastrería cerca del colegio, y que sentado en un taburete en silencio escuchaba historias a mi abuelo. Aquel muchacho de la calle del Cano al marchar a Madrid dejó atrás la familia y un amor juvenil. También marchó recelando de los estudios de Derecho para los que realmente no tenía vocación. Acaso por esto Galdós llegó a ser figura cumbre del Realismo español del siglo XIX. Y así, inspirándose en Erckmann y Chatrian, comenzó los Episodios Nacionales, las novelas de la primera época en torno al problema religioso, las novelas españolas contemporáneas describiendo la sociedad madrileña de su época, y otras inclinadas al misticismo (la Vida de Santa Teresa es, después del Quijote, la obra española más presente en la novelística de Galdós desde La Fontana de Oro hasta Misericordia) o de contenido idealista (Galdós es el primer gran cervantino de toda la novela del siglo XIX), atreviéndose hasta la producción dramática realista. Decía Rabindranath Tagore que el genio no se entretiene en arrancar flores para guardarlas. Sigue caminando y las flores alegrarán su camino.
 
 
Manuel Herrera Hernández forma parte de la Asociación Española de Médicos Escritores. Asociado fundador de la Asociación Canaria de Amigos de Galdós (ACAG).
 

domingo, 4 de agosto de 2013

SAN MATEO

VEGA DE SAN MATEO
Vega de San Mateo, también conocido como San Mateo, está situado en el centro de Gran Canaria. El Área protegida de Las Cumbre cubre el 47% del municipio. Está situada a 800 mts. sobre el nivel del mar.El macizo central tiene los picos más grandes de la isla: Pico de Las Nieves, 1,961 m, Los Pechos, 1,945 m., y Roque Saucillo, 1,850 m. Hay un fantástico observatorio en Montaña Cabrera, que tiene vistas al Barranco de Guiniguada, el municipio e incluso Las Palmas.
Vega de San Mateo
La zona histórica de San Mateo es la iglesia de La Vega de San Mateo.  Tiene un campanario que estuvo vacío por cuatro años hasta que los emigrantes canarios enviaron de Cuba una campanas. 

VALSEQUILLO

VALSEQUILLO
Valsequillo es un pueblo pintoresco, a 40 kms de Las Palmas, famoso por sus quesos, vinos, frutas y verduras.Todos estos magníficos productos pueden ser comprados en el mercado que se celebra los Domingos.
Valsequillo
Hay áreas de una belleza natural extraordinaria, como el Barranco de los Cernícalos,que cubre la zona desde la Caldera de los Marteles hasta Lomo Magullo. La importancia de la zona radica en el valor ecológico de sus paisajes, ya que aquí habita uno de los mejores olivares salvajes de Gran Canaria.
Valsequillo tiene una preciosa iglesia, San Miguel, construida entre 1903 y 1918, encima de un antiguo cementerio. Las parte más interesantes de esta iglesia son una fuente realizada en porcelana sevillanas, la escultura de La Virgen del Rosario y la estatua de San Miguel famosa porque es la única que muestra un perro a sus pies.

VALLESECO

VALLESECO
Valleseco, tiene un nombre contradictorio ya que actualmente es la zona más húmeda de Gran Canaria. Es parte de un gran bosque de laurisilva que cubre Valleseco, Teror, Firgas, y Moya
Valleseco
Un lugar a explorar es Calderetas, un viejo cráter de volcán, que tiene una belleza natural enorme debido a sus avellanos, nogales ....  Las vistas son magníficas y se puede ver el mar en un día claro. Justo en el borde del municipio está Montañón Negro, el volcán con una erupción más reciente.
Veremos numerosos molinos, lavaderos, fuentes y canales de irrigación...  Esta “Ruta del Agua” puede ser fácilmente vista desde cualquier camino de la región.

TEROR

TEROR
El municipio de Teror es uno de los más antiguos y más poblados de las Islas Canarias.  La historia de Teror se remonta a la aparición de la Virgen del Pino. Desde 1400’s, Teror ha sido considerada como Villa Mariana, capital religiosa, ya que es el hogar de la patrón de Gran Canaria.
Teror
Debido a su importancia religiosa, Teror es lugar de peregrinaje para los residentes de Gran Canaria, especialmente ya que el municipio alberga la estatua de la Virgen del Pino, patrón de la diócesis de las Islas Canarias. La construcción de la basílica comenzó en 1767 y está situada en la Plaza del Pino.
Famosos son los embutidos y el agua mineral de la zona .

TELDE

TELDE
El municipio de Telde es conocido por sus restos arqueológicos. Esta zona fue uno de los reinos prehispánicos de Gran Canaria. Sitios a visitar: el Baladero, Tufia, Cuatro Puertas, Tara y Cendro.  Estos lugares están formados a base de cuevas, algunas hechas por el hombre y otras naturales procedientes de una erupción volcánica. El Baladero está situado en la base de la zona de San Francisco, que es el área mágica y religiosa más importante de la cultura nativa. Tufia es el lugar más grande de entre los mencionados, especialmente en número y tamaño de cuevas.
Telde
Telde fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1981. El centro de la ciudad es la Plaza de San Juan square, rodeada de árboles antiguos y casas coloniales con preciosas balconadas. En el medio de la plaza está la Basílica de San Juan Bautista con un espléndido altar flamenco con 6 escenas de la Virgen.

TEJEDA

TEJEDA
Tejeda, es una localidad pequeña a 1000m sobre el mar que se encuentra en las faldas de un volcán. El punto más alto de Gran Canaria, el Pozo de las Nieves, está en esta zona y mide 1,949m con vistas a toda la isla.  A los 1580m , en un paso de montaña está la Cruz de Tejeda, una cruz de piedra situada en el centro geográfico de Gran Canaria.
Tejeda
Una de las grandes maravillas no solo de Tejeda, sino de toda Gran Canaria es Roque Nublo. Es un monolito de roca erosionada de 80 mts. de alto.Se cree que se formo en los primeros dias de la tierra durante una erupción volcánica y a ido cambiando gradualmente de forma con el tiempo.
Esta zona es ideal para el senderismo por la abundancia de rutas y caminos, habiendo picos altos para los caminantes más experimentados y rutas más cortas y fáciles para los novatos.
Algunas de estas pistas son nuevas, pero la mayoría de ellos son caminos reales, que los guanches usaban para trasladarse por la isla.